¿Somos coherentes con lo que exigimos a nuestros hijos?

estudiar en verano

Nos preocupa su futuro, sus amigos, su entorno, elegirles el colegio adecuado, que tengan los juguetes adecuados, que no les falte de nada, nos preocupan sus estudios, pero ¿somos coherentes con nuestros hijos?

Muchas veces hablamos en la puerta del colegio con otras madres y padres, y vertimos opiniones sobre tal y cual profesor, sobre una o varias asignaturas, echando la culpa de los problemas de nuestros hijos al personal docente, a los amigos, a la edad, a los celos, a las rivalidades en clase, pero… ¿Y cuándo la culpa es nuestra?

En estos días seguro que muchos padres y madres intentarán buscar respuestas al porqué de unas bajas calificaciones de sus hijos, o a esa bajada de notas repentina que nos ha sorprendido, o que simplemente se sentirán fustrados porque su hijo o hija tiene que repetir. Pero paremos un momento, ¿Alguno de nosotros se ha parado a pensar que nuestro ejemplo es muy importante para ellos?

Llegó el fin de curso, y toca hacer balance, ser realistas y coger papel y bolígrafo y apuntar en él, y como el cambio debe de empezar por  uno mismo, lo primero que debemos hacer es analizar nuestra actitud durante el curso para con nuestros hijos, nuestro nivel de implicación en sus estudios, en sus problemas diarios, en sus tareas.

Seamos sinceros al contestar, y preguntémonos ¿hemos aprobado como padres? No sirven las excusas, ¿os habéis parado a pensar que a lo mejor nuestra actitud, ha  propiciado en cierto modo esa bajada de notas o esos suspensos de nuestros hijos? Veamos un cuestionario que nos ayudará a saber si lo hemos hecho bien o no.

Cuestionario:

  1. ¿He revisado todos los días la agenda de mi hij@ durante el curso?
  2. ¿He mantenido contacto con el centro escolar?
  3. ¿He planificado semanalmente con el sus tareas escolares orientandole a la hora de crear un sistema adecuado de trabajo?
  4. ¿He revisado diariamente sus tareas?
  5. ¿He sacrificado mi ocio cuando mi hijo o hija lo ha necesitado?
  6. ¿He quitado un castigo merecido por no fastidiarme yo?
  7. ¿He animado a mi hijo cuando lo necesitaba o simplemente me he dedicado a exigir sin intentar encontrar el motivo de su desánimo?
  8. ¿He compartido el tiempo suficiente con mis hij@s?
  9. ¿He motivado a mis hij@s mostrándo y llevándoles a actividades culturales que estimulen sus ganas de aprender?
  10. ¿He sido capaz de ejercer correctamente la autoridad de padre o madre manteniendo una postura firme cuando la cuestión lo ha requerido o por el contrario ha podido más la comodidad del cansancio diario y al final he pasado un tema importante por alto?
  11. ¿He propiciado que mi hij@ tenga los medios, el ambiente y el lugar adecuado en casa?
  12. ¿He dado prioridad a actividades extraescolares que a los deberes?
  13. ¿He mantenido un buen nivel de comunicación con mi hij@?
  14. ¿Conozco bien el entorno de mi hij@? ¿Amigos, compañeros?
  15. ¿Podía haberme implicado más de lo que lo he hecho?

Primer paso, os aconsejamos que antes de recoger las notas, contestéis sinceramente estas preguntas, si hay más de cinco respuestas negativas debéis de asumir que hay que mejorar mucho y que quizás debido a esto vuestros hijos no hayan sido capaces de superar su curso o determinadas asignaturas.

El segundo paso será escuchar con atención que nos tiene que decir el tutor o tutora al respecto sobre las posibilidades del niño: repetir curso, recuperar en septiembre, etc.

El tercer paso será hablar con nuestros hijos, seguro que tras reconocer nuestros errores nos será más fácil hacerlo, y puede ser muy bueno que ese primer paso sea reconocerles con humildad que nos sentimos responsables en cierta medida de que hayan sacado esas calificaciones y que queremos poner de nuestra parte para ayudarles a solucionar el error. Esto no significa que no vayamos a ejercer nuestra autoridad, todo lo contrario, ejercer la autoridad de padres significa también ser humildes ante nuestros hijos y reconocer nuestros errores y dar ejemplo de que nos ponemos en el camino de solucionarlos.

El cuarto paso será intentar hablar con ellos, dialogar, conversar, para saber porqué han llegado a este extremo, escuchar lo que nos tienen que decir, y si vemos que el niño se va por las ramas hacerlo entrar en razones diciendole algo así como: «Yo te estoy reconociendo mis errores, ahora necesito que tú me digas en qué crees que te has equivocado para poder ayudarte».

Un quinto paso y una vez realizado este ejercicio de búsqueda de errores, llega el momento de implicar al resto de la familia, padre o madre, hermanos, etc. Hay que dejar claro que una familia es un todo, y por un lado hacer ver al resto de la familia que los horarios en verano se van a tener que adaptar para ese hijo que no ha superado el curso, como si ocurre con otro de nuestros hijos más adelante también lo haremos, ya que una familia es un solo cuerpo, una sola entidad  y si uno de sus miembros está mal los demás debemos ayudarle. También habrá que hacer ver aquí a nuestro hijo que al igual que todos nos vamos a sacrificar por él, por ayudarle, el tiene que sacrificarse y aprovechar el tiempo trabajando ya que será la mejor forma de agradecerle al resto de la casa su esfuerzo.

El sexto paso, será planificar un horario adecuado de estudio. Aquí tenemos dos caminos distintos:

  1. Si el niño o niña ha sacado menos de tres suspensos, en este caso trazaremos un calendario de estudio, con exámenes los viernes, si se cumplen los objetivos se le premiará con el descanso del viernes y el sábado, el domingo se volverá a repasar y a preparar el estudio del lunes. Si no lo cumple, habrá que castigar su desinterés.
  2. Si el niño o niña ha sacado más de tres suspensos, se hace necesario repetir curso, ya que esto le permitirá coger base y reforzar los conceptos no adquiridos. Más de tres suspensos en un curso pueden encerrar también importantes problemas de base, por lo que no viene mal conocer el nivel de nuestro hijo o hija en esas materias para saber en qué punto debemos reforzar. En este caso tenemos dos opciones:
  • Llevar a nuestro hijo a un profesional que evalúe sus conocimientos para saber de que nivel partimos.
  • Si nuestro nivel académico nos lo permite, hacer un pequeño examen en casa que nos permita ver de que punto debemos de partir para dar el refuerzo adecuado.

El séptimo paso será poner en marcha la programación, nuestro hijo o hija debe de cumplirla a diario, y las evaluaciones semanales nos permitirán saber su evolución. En caso de que esta tarea la deleguemos a un profesional será necesario que éste nos de semanalmente una evaluación de los resultados para ver si nuestro hijo o hija está trabajando adecuadamente o perdiendo el tiempo.

Como podéis ver, que un hijo suspenda o repita curso, nos obliga a estar más pendiente de él, es por lo que necesitamos implicarnos más aún, y ahí debemos de tener claro que queremos: ¿tener vacaciones o demostrar a nuestro hijo amor y cariño ante un mal momento? Nosotros somos los que elegimos, nosotros somos los que tenemos la solución en nuestras manos.

¿Porqué se distraen nuestr@s hij@s?

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La distracción, una de las causas más importantes por las que a nuestros hijos les cuesta realizar sus tareas, conseguir la adecuada atención en clase e incluso obedecer determinadas órdenes que les podamos dar en casa. Pero, ¿porqué nos distraemos?

La distracción es un hábito que suele estar provocado en mayor o menor medida por la ausencia, disminución o pérdida de interés.

Para saber por qué se produce podemos establecer dos tipos de causas: Objetivas y subjetivas, conociendo el origen de éstas, será más fácil que podamos poner soluciones al problema de la distracción.

Causas objetivas

  • El entorno.
  • Mala organización del tiempo.
  • Desconocimiento de los objetivos y el modo de conseguirlos.
  • Sobresaturación de tareas escolares.
  • Incapacidad didáctica del profesor.
  • Temas presentados de forma monótona y farragosa.

Causas subjetivas

  • Voluntad débil.
  • Un entorno demasiado cómodo.
  • Falta de práctica y desconocimiento de las técnicas de estudio.
  • Agotamiento físico.
  • Cansancio intelectual.
  • Problemas a nivel individual, familiar y social.
  • Lagunas importantes en conocimientos básicos.
  • Falta de estimulación e interés ante tareas demasiado fáciles.
  • Faltas de vivencias y también de lenguaje.
  • Exigir al alumno por encima de sus posibilidades.

8 motivos por los que nuestros hijos fallan en el estudio

como ayudarles a estudiar

Ante los datos de fracaso escolar y los demoledores resultados del informe PISA, muchas veces tendemos a echar las culpas al sistema educativo, al colegio incluso al profesorado, pero ¿Qué pasa con nosotros los padres? ¿Qué parte de responsabilidad tenemos en este asunto? ¿Realmente damos la importancia adecuada al estudio de nuestros hijos?

Hoy queremos hablaros sobre las principales razones por las que nuestros hijos pueden fallar en el estudio y algunos consejos para ayudar a corregir estos problemas.

Razones por las que nuestros hijos fallan en el estudio

  1. Estudian de forma pasiva.
  2. No captan las ideas fundamentales.
  3. No planifican el estudio.
  4. No se encuentran motivados.
  5. La lectura suele ser lenta y poco comprensiva.
  6. Desconocen las técnicas de estudio.
  7. La influencia del entorno.
  8. Falta de orden.

Consejos para ayudar a nuestros hijos a estudiar mejor:

  1. Crear un ambiente de estudio adecuado en casa. 
  2. Los padres debemos ir por delante en la cultura.
  3. Mantener una estrecha colaboración con el tutor y el centro.
  4. Orientar a nuestros hijos al manejo de las técnicas de estudio.
  5. Animarles al estudio.
  6. Reforzarles cuando sea necesario.
  7. Revisar sus tareas diarias.
  8. Ayudarles en su planificación semanal tanto de estudio como de actividades.
  9. Potenciar el uso del diccionario.
  10. Diseñarles una metodología de trabajo en función del carácter y aptitud del pequeño.

¿Cómo crear un clima adecuado de estudio?

técnicas de estudio

Para lograr unos buenos resultados académicos no es suficiente con ser inteligente y esforzarse por aprender, ya que la misma importancia tiene saber organizar el trabajo escolar y administrar bien el tiempo. Para ello se hace necesario contar con un ambiente de estudio adecuado.

En este artículo de hoy queremos ofreceros algunos consejos que esperamos os ayuden a preparar en casa el ambiente adecuado de estudio para vuestros hij@s.

  1. Buscar un lugar en casa donde el nuestro hijo pueda realizar sus tareas sin interferencias.
  2. En segundo lugar, fuera distracciones. Es conveniente retirar de la mesa de estudio todo aquello que pueda ser objeto de distracción por supuesto además de juguetes, hablamos de móviles, tablets, consolas, etc.
  3. Examinar los trabajos, estudios y tareas a realizar por vuestros hijos diariamente, la agenda puede convertirse en nuestro mejor alidado, si observamos que durante un par de días no viene escrita será conveniente mandar una nota al tutor o tutora para ver si se trata de un despiste antes de que la situación pueda desembocar en algo más grave.
  4. Concienciar a nuestros hijos de la importancia de llevar la agenda al día con todos los deberes, fechas de trabajo y exámenes bien cumplimentados en ella.
  5. Hacer ver a nuestros hijos que su trabajo, el de estudiante, es importante para nosotros, sacrificando parte de nuestro tiempo para que desde pequeños sientan que es una responsabilidad para ellos. No podemos esperar que desde pequeños sean autónomos sino que estos hábitos habrá que trabajarlos desde edades tempranas, para ir creando una rutina adecuada.
  6. Realizar una planificación semanal del trabajo en casa para así organizar las tareas escolares, estudio y posibles actividades complementarias que nuestro hijo o hija pueda realizar.
  7. No abusar de actividades extraescolares que puedan interferir en la buena marcha académica de nuestro hijo.
  8. Cuidamos con los mensajes que les enviamos, a veces podemos estar mandando el equivocado con nuestra actitud. Muchos niños o niñas dan más importancia a los resultados de sus actividades extraescolares (fútbol, baloncesto, natación, hípica, ballet, baile) que a su expediente académico, esto se debe a que en ocasiones los padres enviamos mensajes como cuando yo tenía tu edad era campeón de atletismo, con 10 años gané una medalla de oro de natación, bailé por primera vez con seis años, y así un largo etc. En estos casos el pequeño puede sentirse obligado a superarnos y dejar de lado su formación escolar que será lo que le dará una base que garantizará su desarrollo futuro y la posibilidad de tener una buena salida profesional el día de mañana.
  9. Comunicación ante todo. Escuchemos que nos cuentan, cuáles son sus necesidades, y actuemos en caso de necesidad.
  10. Revisar sus tareas diariamente, y revisar al final de la semana el nivel de cumplimiento de los deberes antes de planificar la nueva semana con el fin de ir corrigiendo posibles desviaciones en el cumplimiento de las mismas, reforzando siempre las actitudes positivas del niño para trabajar su autoestima.

Aprendiendo a estudiar

Debido a que sois muchos padres los que nos habéis pedido este tipo de recursos aquí va la primera entrega. Somos conscientes de la importancia que tiene un buen sistema de trabajo a la hora de realizar con éxito las tareas escolares y de esta forma alcanzar los objetivos propuestos para cada curso, es por lo que vamos a ir realizando pequeñas entregas que os permitan ayudar a vuestros hijos a que desarrollen el método de estudio adecuado según sus necesidades.

Lo profesionales de la educación coinciden en que al igual que durante el primer ciclo de primaria (1º y 2º) es necesario que se asienten las bases de los conceptos matemáticos y se trabaje la comprensión lectora como objetivos principales del ciclo, al llegar al segundo ciclo del nivel de primaria, las necesidades comienzan a cambiar. Recordando las palabras de los tutores de los alumnos de 3º y 4º el día de la presentación del curso actual: «Ya no son tan pequeños, no son ni los chicos ni los grandes tampoco y hay que empezar a dotarlos de independencia y autonomía». Y tenía mucha razón y sentido la frase pronunciada.

Si el alumno ha realizado de forma satisfactoria el primer ciclo de primaria está perfectamente preparado para dar un paso más, concretamente le ha llegado el momento de darlo. Es el momento de comenzar a ser responsables con las tareas, de comenzar a llevar una buena organización e ir sentando las bases de un método de estudio que lleve a nuestros hijos al éxito escolar, y cuando nos referimos a éxito no tiene porqué ser siempre hablar de sobresalientes, aunque si el niño puede rendir, hemos de conseguir que éste rinda, sino a que la labor escolar sea algo atractivo, motivador y no algo tedioso que les quita tiempo de juego.

A continuación os recomendamos ver esta presentación que trata sobre la importancia de utilizar una buena metodología de estudio desde edades tempranas. Semanalmente, iremos ampliando los contenidos de forma que os podamos ayudar en encontrar un método que se ajuste a las necesidades de vuestros hijos.